lunes, 5 de abril de 2010

RELIGIÓN

Religión
Cada Tirépeme era una manifestación (hermano) de Curicaveri, y cada dirección representaba una estadía (casa) del dios sol-fuego. A cada dirección estaban adjuducadas distintas propiedades, haciendo parecer que cada Tirépeme era una deidad diferente.
Algo similar ocurría con Cuerahuáperi ('desatar en el vientre') que es la gran creadora, dadora de vida y de muerte, ella también tenía cuatro manifestaciones (hijas) que eran las nubes de las cuatro diferentes direcciones (simbolizadas por diferentes colores); las cuales podía hacer germinar la vida con lluvias adecuadas, ahogarla con torrenciales aguaceros o destruirla con granizadas y heladas.
La más importante manifestación de Cuerahuáperi era su hija Xarátanga ('diosa de los mantenimientos') representada por la luna nueva, mientras que su madre resulta ser la luna menguante (vieja). De una manera similar a que el sol de oriente es hijo o "renacimiento" del sol muerto en occidente, Xarátanga (la luna nueva) es la renovación de Cuerahuáperi (la luna menguante).
De esta forma las manifestaciones del principio creador adquieren diferentes formas y nombres de acuerdo a la dirección y el estrato del cosmos del que se trate. Sugiriendo una religión politeísta conformada de un amplio panteón, visión que no es adecuada.

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